En un intento de huir de la necesidad de exponerme, presento una exposición fingida y desubicada, solo para lugares de tránsito.

Una cabina de teléfonos, un poste o cualquier otro tipo de mobiliario urbano, dispuesto a convertirse en un soporte expositivo, (como una galería en términos de espacio en blanco),servirán como soporte a un proceso de meditación sobre la validez de la alta cultura en el ámbito popular.

La pieza fue presentada en MATADERO (Madrid) dentro del programa «Bellamatamatic»