Para la elaboración de este proyecto, se intervienen cuadernos de dibujo en formato libro, habituales en papelerías. Se emplea además el esténcil, como elemento gráfico del lenguaje urbano y difusor de ideologías reaccionarias, que es llevado al terreno neoliberal y presentado como objeto fuera de su medio natural, pero aún en su función de plantear mensajes directos y contundentes.

La pieza se compone de once cuadernos intervenidos. Cada uno único por su singularidad, con características y diseños que lo diferencian de los demás, ya sea el orden de las ilustraciones o los textos; de tal modo que se pervierte el mensaje original al descontextualizarlo.